
PoricCast #61 - Pasos para evaluar una vacunación exitosa en granjas porcinas - MSc. Pablo Del Carmen
La vacunación representa una de las herramientas preventivas más eficaces en la producción porcina. Sin embargo, su éxito no está garantizado únicamente por la calidad del producto biológico, sino por la correcta ejecución de un proceso complejo que involucra al animal, al producto y, especialmente, al personal que lo aplica. Este artículo presenta una revisión técnica integral de los factores que determinan una vacunación exitosa en granja.
Impacto económico y ambiental de la vacunación
El control de enfermedades mediante vacunas genera un impacto positivo directo sobre la productividad y la rentabilidad. Un brote clínico de enfermedades como App o PPRS implica altos costos en medicación, bajas, mano de obra y pérdidas por animales que no llegan a faena. La vacunación reduce estos costos, mejora la eficiencia y, además, contribuye a reducir la huella de carbono. Estimaciones recientes indican que vacunar contra el Circovirus puede reducirla hasta un 12%, mientras que frente a Mycoplasma la reducción ronda el 3.5%.
La vacunación como proceso: más allá de la inyección
Vacunar no es simplemente aplicar un producto. Implica un proceso que comienza cuando la vacuna ingresa a la granja y finaliza cuando los animales desarrollan una inmunidad efectiva. El éxito depende en gran medida del cumplimiento de buenas prácticas en cada etapa:
- Cadena de frío: Es fundamental mantener la temperatura adecuada desde el transporte hasta el almacenamiento. Las vacunas expuestas a temperaturas extremas, ya sea por congelación o calor excesivo, pierden eficacia.
- Manejo del producto: El respeto por la fecha de caducidad, el uso de dosis correctas, la adecuada reconstitución y la utilización de jeringas calibradas son esenciales.
- Condiciones sanitarias del animal: Vacunar animales inmunodeprimidos o en presencia de brotes activos compromete la respuesta inmunitaria.
- Formación del personal: La mayor parte de los fallos vacunales tienen su origen en errores humanos. La rotación frecuente del personal y la falta de capacitación sistemática son un obstáculo crítico.
Monitoreo y auditoría del proceso vacunatorio
El programa propone un sistema de auditoría estructurada de la vacunación, evaluando los siguientes aspectos:
- Estatus sanitario del lote: Inmunizar en presencia de ciertas enfermedades (como PIRS) puede comprometer la eficacia vacunal.
- Manejo en granja: Estrés, deficiencias en el manejo, incorrecta sujeción del animal o fallas en el equipo de vacunación pueden limitar la protección.
- Evaluación de materiales: Verificación de jeringas, agujas adecuadas para la edad y tamaño del animal, limpieza y mantenimiento de equipos.
- Bienestar del personal: Granjas con trabajadores bien tratados y capacitados logran mejores resultados. El compromiso del vacunador impacta directamente en la calidad del procedimiento.
- Registro y trazabilidad: La documentación precisa (lote, fecha de aplicación, responsable, observaciones) es clave para el seguimiento.
Errores frecuentes en vacunación
- Vacunas almacenadas fuera de temperatura: Frigoríficos sin mantenimiento o vacunas dejadas fuera sin refrigeración son causa frecuente de fallo.
- Jeringas mal calibradas: Aplicar menos de la dosis indicada puede pasar inadvertido pero comprometer totalmente la inmunidad.
- Vacunas congeladas: Aun si se mantiene la cadena de frío, la congelación parcial inutiliza el biológico.
- Falta de cobertura total: Dejar un porcentaje, aunque sea pequeño, sin vacunar rompe la inmunidad de grupo.
- Vacunación sin diagnóstico previo: Usar vacunas sin confirmar la presencia del patógeno objetivo puede derivar en ineficacia y falsas expectativas.
Evaluación de la eficacia vacunal
La eficacia de una vacuna no debe medirse solo por seroconversión. Aunque los anticuerpos pueden ser un indicativo, la protección celular también cumple un rol clave. La evaluación debe centrarse en parámetros productivos (ganancia de peso, mortalidad, tasa de enfermedad), y el comportamiento sanitario del lote tras la vacunación.
Recomendaciones finales
- El veterinario es el principal responsable del plan vacunal y debe asegurar su correcta ejecución.
- La formación continua del personal vacunador es imprescindible.
- Nunca deben mezclarse productos biológicos sin respaldo científico o autorización del laboratorio.
- Es esencial mantener una monitorización permanente del proceso vacunatorio para identificar oportunidades de mejora.
Una vacunación eficaz comienza con el conocimiento profundo del proceso, la responsabilidad profesional y el compromiso de todos los actores involucrados. Convertir la vacunación en una herramienta real de salud animal exige profesionalismo, seguimiento y mejora continua.
Conoce al invitado
Pablo del Carmen es veterinario especializado en sanidad porcina, marketing y comercialización, con más de 9 años de experiencia en CEVA Salud Animal. Actualmente ocupa el cargo de Swine Smart Solutions Technical & Marketing Manager en la sede central de CEVA en Francia. En este rol, lidera el desarrollo y la integración de soluciones innovadoras que van más allá del producto, brindando apoyo estratégico a clientes y ganaderos para optimizar sus procesos productivos.
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