PorciCast #57 - Nutrición en hembras de reposición: ¿Cómo alinear genética y nutrición? - Dr. Jordi Camp Montoro

porcicast

El impacto del progreso genético reciente

En la última década, la genómica ha acelerado el progreso en la selección de cerdos, permitiendo trabajar con mayor precisión sobre caracteres clave como la supervivencia de lechones, el peso al nacimiento y hasta aspectos de comportamiento. Este avance ha cambiado radicalmente el perfil de las hembras de reposición: hoy son animales más magros, de crecimiento más rápido y con camadas más numerosas.

Este escenario representa un desafío directo para técnicos y productores: los parámetros clásicos de recría ya no son suficientes. Los criterios de peso, edad de cubrición, nutrición y manejo deben ajustarse a estas nuevas condiciones para evitar pérdidas de productividad y mejorar la longevidad de las hembras en granja.

Más lechones vivos, más demanda de leche

Uno de los grandes objetivos del progreso genético ha sido reducir el número de lechones que nacen con menos de 900 gramos, ya que este grupo presenta mayor mortalidad en lactación y un desempeño deficiente durante todo el engorde. Lograr camadas más uniformes y con mejores pesos iniciales trae un efecto inmediato: la cerda debe producir mucha más leche.

En este contexto, la cerda moderna puede considerarse prácticamente un animal lechero. Si no se ajustan los niveles de lisina digestible y energía en la dieta, la pérdida de condición durante la lactancia compromete la reproducción y acorta la vida productiva de las hembras. Según proyecciones recientes, la mejora genética incrementa en promedio 0,47 g/día los requerimientos de lisina digestible por año, de los cuales 0,37 g/día corresponden específicamente a la fase de lactancia.

 

El desafío del crecimiento acelerado en recría

Los datos muestran que las hembras actuales ganan entre 700 y 900 g/día durante la recría. Este rango, que a primera vista puede parecer favorable, encierra riesgos importantes.

  • Con 700 g/día existe la oportunidad de reducir la edad de cubrición sin comprometer estructura.
  • Con 900 g/día, en cambio, aumenta la probabilidad de que las hembras lleguen sobrecargadas de peso y con menor grasa corporal, lo que se traduce en más problemas de patas, mayor riesgo de eliminaciones tempranas y menor longevidad en la granja.

La recomendación actual es cubrir entre 135 y 160 kg en el segundo celo. Superar los 165 kg al servicio implica un aumento en los costos de alimentación y un mayor riesgo de fallas reproductivas y cojeras.

 

Estrategias prácticas para el control de crecimiento

El control del consumo durante la recría es difícil en corrales grupales, por lo que la herramienta más efectiva es el diseño de piensos con menor densidad energética y mayor inclusión de fibra, a partir de los 60 kg de peso vivo. Esta estrategia busca moderar el crecimiento sin afectar la estructura, a la vez que favorece el desarrollo del aparato digestivo.

La evidencia muestra que este enfoque no reduce la productividad por parto, pero sí mejora la retención de hembras hasta el cuarto parto, con diferencias de hasta +8% en longevidad. El mecanismo probable está en la mayor capacidad de consumo en lactación, que reduce la pérdida de condición corporal y mejora la eficiencia reproductiva.

 

Minerales, patas y longevidad

El crecimiento acelerado también genera mayor presión sobre el sistema músculo-esquelético. Las hembras priorizan el crecimiento antes que la mineralización, lo que aumenta el riesgo de osteocondrosis y problemas de patas. La recomendación técnica es ajustar la dieta con un aporte de fósforo un 8% superior al de un cerdo de engorde, junto con relaciones adecuadas de calcio, para garantizar una mejor mineralización ósea.

Este ajuste nutricional, combinado con un control adecuado del ritmo de crecimiento, es una herramienta esencial para sostener la longevidad en granja.

 

Hacia una reposición más eficiente

La era genómica ofrece animales con un potencial productivo sin precedentes, pero también más sensibles a errores de manejo y nutrición. Medir de forma constante el peso corporal y la ganancia diaria, ajustar las dietas en función de la prolificidad real, y cuidar la estructura y mineralización de las hembras se han convertido en pilares fundamentales para asegurar la productividad y la eficiencia a largo plazo.

 

 

Conoce al invitado

El Dr. Jordi C. Montoro es médico veterinario graduado en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde posteriormente completó un doctorado en conjunto con Teagasc (Irish Food Agriculture Development Authority) y el AFBI (Agri-Food Bioscience Institute, Irlanda del Norte), especializado en estrategias de nutrición y manejo para mejorar la eficiencia en animales de engorde. Durante su formación realizó estancias en instituciones de referencia como la cooperativa de Ivars y Schothorst Feed Research en los Países Bajos. Actualmente forma parte del equipo global de nutrición de PIC, con responsabilidad sobre Europa, Rusia y Sudáfrica, donde combina investigación aplicada, soporte técnico internacional y colaboración con universidades, empresas de nutrición e integradoras. Su experiencia integra genética, nutrición y manejo en condiciones comerciales, aportando una visión clave sobre la reposición y longevidad de las hembras hiperprolíficas en la era genómica.

Mira el episodio completo aquí.

PorciCast solo es posible gracias al apoyo de empresas innovadoras como:

CEVA Salud Animal | Vilomix | Vetoquinol

¡Mantente al día con nuestros episodios!

Únete a nuestra lista de correos electrónicos para recibir las últimas noticias y actualizaciones de nuestros podcasts.

No te preocupes, tu información no será compartida

Estamos en contra del SPAM, nunca te enviaremos información que no sea relevante.