Guía del calostrado en terneras: fundamentos para una crianza exitosa

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En los sistemas de producción lechera la separación de los terneros de su madre al nacer es una práctica frecuente por lo que la alimentación y cuidados requeridos van a depender exclusivamente del productor. Es fundamental tener esto presente cuando pensamos en la reposición de vientres, ya que la alimentación que reciban las terneras en etapas tempranas condicionará el rendimiento productivo futuro.

La crianza exitosa de terneras sanas depende de varios factores que debemos considerar como el suministro de calostro y el sustituto lácteo.

¿Por qué debemos garantizar un suministro adecuado de calostro?

Los terneros nacen con un sistema inmunológico inmaduro, además, por el tipo de placenta que tiene la vaca se impide el pasaje de inmunoglobulinas al ternero previo al parto. Esto significa que la transferencia pasiva ocurre cuando las inmunoglobulinas (IgG), las células inmunológicas (glóbulos blancos) y las hormonas, son absorbidas a través de la mucosa del intestino del ternero a partir del calostro de la madre. 

La concentración de inmunoglobulinas en el calostro comienza a disminuir una vez que ha tenido lugar el parto. Además, luego de las 24 horas de nacido, la capacidad del intestino en el ternero recién nacido para absorber inmunoglobulinas es mínima, radicando la importancia de administrarlo tempranamente.

El ambiente donde nace el ternero y será alojado debe ser adecuado. La importancia del  ambiente limpio y seco cobra sentido al considerar este animal recién nacido con un sistema inmunológico inmaduro y con un tracto intestinal permeable por lo que la ingesta de materia fecal, secreciones del parto y bacterias debe reducirse al mínimo. 

Imagen adaptada de: Stockler y  Chamorro, 2021

¿Qué cantidad de calostro tiene que tomar el ternero? 

En promedio los terneros deberían recibir dentro de las primeras 6 horas entre 280-300 gr totales de IgG, esto lo podemos lograr con la administración de 4 a 6 litros de calostro materno de buena calidad (>50 g de IgG/l). Si se desconoce la concentración de IgG el volumen a administrar se calcula entre el 10% y el 12% del peso corporal del ternero en la primera toma.

El aporte se puede hacer a partir de un sistema de tetinas o una sonda esofágica. En este último caso, debemos estar seguros de administrar una cantidad y calidad adecuada debido a que el líquido permanecerá en el retículo-rumen durante un período prolongado, afectando negativamente la absorción de IgG, comprometiendo la adecuada transferencia de inmunidad pasiva.

¿La calidad del calostro importa?

Es esencial suministrar la cantidad adecuada de calostro y asegurar su calidad. Esta calidad va a estar condicionada por la concentración de IgG (>50 g de IgG/l), y  de bacterias (calidad bacteriológica).

La calidad del calostro entre los animales puede ser gestionada por los productores, considerando factores como la vacunación de la madre, la duración del período seco y el momento de la recolección del calostro. Para minimizar la dilución de la IgG debido a la producción de leche, es crucial recolectar el calostro dentro de las tres horas posteriores al parto. No se recomienda alimentar con calostro de baja calidad, sanguinolento, proveniente de vacas con mastitis o positivas para paratuberculosis.

Se recomienda que el calostro fresco contenga menos de 100,000 unidades formadoras de colonias por mililitro (ufc/mL) de recuento total de bacterias y menos de 10,000 ufc/mL de recuento total de coliformes. Hay tres fuentes principales de contaminación bacteriana del calostro: infección o contaminación fecal en la ubre; contaminación durante la recolección, almacenamiento o la alimentación con equipos sucios; y proliferación bacteriana en el calostro almacenado.

La manera de reducir al mínimo la contaminación es realizando una preparación adecuada de la ubre, utilizando equipo limpio y desinfectado y utilizando el calostro de inmediato. Si no voy a utilizar en el momento, conservarlo refrigerado o congelado en pequeños lotes.

 El calostro se puede pasteurizar a 60 °C durante 60 minutos. Con este tratamiento térmico si bien se modifican ciertos componentes, permite mantener los niveles de IgG y reducir la cantidad de patógenos importantes.

Evaluación de la calidad de calostro

En el tambo, se debe estimar la calidad del calostro antes de alimentar al ternero. En este apartado comentaremos dos métodos que sirven para estimar la cantidad de inmunoglobulinas y que son de fácil implementación. Nótese que además se debería asegurar una calidad higiénica (con bajo número de células somáticas y bacterianas)

El objetivo al evaluar la calidad del calostro es distinguir un calostro de baja calidad (menos de 20 g/L de IgG), de calidad media (entre 20 y 50 g/L IgG) o de buena calidad (>50 g/L de IgG) para luego utilizar esa información y realizar una gestión eficiente del mismo.

Utilizar el color y la consistencia del calostro como indicadores de calidad es una suposición inadecuada y errónea del nivel de IgG presente. Por lo que podemos utilizar un calostrómetro o un refractómetro para realizar una mejor estimación. 

En el caso del refractómetro, obtener un valor Brix del 22% corresponde a 50 g/L de IgG. Por lo tanto, una muestra de calostro con un valor mayor a 23% en un refractómetro Brix representa una muestra de buena calidad.

 

Los valores de referencia se encuentran en la siguiente tabla 

Imagen adaptada de: Stockler y  Chamorro, 2021

Evaluación de la inmunidad pasiva en el ternero 

La supervivencia y la salud general de los terneros recién nacidos durante sus primeros meses de vida están fuertemente influenciadas por su capacidad para adquirir una adecuada inmunidad pasiva. Por este motivo, se debe monitorear el nivel de IgG en suero como predictor de la salud futura del ternero luego de la administración del calostro. La determinación de proteína sérica total (STP) en los primeros días, se presenta como una estrategia de gestión clave para prevenir la morbilidad y mortalidad asociadas con una transferencia de inmunidad pasiva insuficiente.

Esto se debe a que la IgG constituye la mayor parte de estas proteínas los primeros días de vida. El nivel de proteína sérica total (STP) recomendado es >5.8 g/dl, y el momento óptimo para realizar la prueba es entre las 24 y 72 horas de edad, pudiendo realizarse hasta los 9 días. Luego la correlación entre proteínas totales e IgG comienza a disminuir.

Además, se puede emplear un refractómetro Brix, donde una muestra de suero con un valor de 8.4 Brix se correlaciona con un nivel de 10 g/L de IgG en suero, lo que constituye el umbral para detectar una posible deficiencia en la inmunidad del animal.

Los resultados deben ser interpretados teniendo en cuenta el estado clínico y el grado de hidratación del animal

 


En resumen
  • El primer paso para obtener animales sanos y garantizar una buena reposición es comprender la importancia del calostro como fuente de nutrientes e inmunidad
  • Implementar un protocolo de gestión del calostro considerando: tiempo de administración, cantidad y calidad adecuada para cada ternero
  • Evaluar la adecuada transferencia de inmunidad en el ternero 
  • Asegurarse una reserva de calostro para la próxima temporada (banco de calostro)
  • Realizar análisis de calidad higiénica en el laboratorio.

 

Si te interesa conocer más acerca de la importancia del calostro en el ternero, te invitamos a ver nuestro episodio #11 en Dairycast:  "Importancia del calostro en el ternero recién nacido" junto a la Dra. Ana Velásquez Muñoz.

La importancia del calostro no solo radica en su disponibilidad y valor nutricional, sino también en su capacidad para proporcionar una transferencia de inmunidad pasiva. Los terneros nacen con una baja cantidad de anticuerpos circulantes, por lo que el calostro se convierte en una fuente vital de inmunoglobulinas y nutrientes esenciales para los recién nacidos. En este episodio de DairyCast conversamos con la Dra. Ana Velásquez Muñoz acerca de la composición, calidad y la importancia del suministro de calostro a los terneros. 

 

 

 

Fuente

  • Hammon, H. M., Liermann, W., Frieten, D., & Koch, C. (2020). Importance of colostrum supply and milk feeding intensity on gastrointestinal and systemic development in calves. Animal, 14, s133-s143
  • Lopez, A. J., & Heinrichs, A. J. (2022). Invited review: The importance of colostrum in the newborn dairy calf. Journal of dairy science, 105(4), 2733-2749. 
  • Lorenz, I. (2021). Calf health from birth to weaning-an update. Irish Veterinary Journal74(1), 1-8.
  • Stockler, J., & Chamorro, M. F. (2021). Colostrum: A Review. Bovine Reproduction, 924-944.

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