CerdoCast #217 - Nutrición inteligente para una producción eficiente - Ing. Agr. Antonio Ramírez Flores

Un nuevo paradigma en la producción porcina

La reducción del uso de antibióticos en la producción animal no es una tendencia pasajera, sino una necesidad que responde a exigencias sanitarias, regulatorias y de mercado. El desafío no radica solo en eliminar los antibióticos promotores de crecimiento, sino en mantener la eficiencia productiva y la salud intestinal bajo un enfoque integral que combine ciencia, nutrición y manejo.

La búsqueda de estrategias alternativas ha impulsado el desarrollo de aditivos nutricionales de nueva generación, entre ellos los fitogénicos y los minerales de precisión, capaces de optimizar la digestión, mejorar la respuesta inmune y fortalecer la integridad intestinal. Estos avances marcan el camino hacia una porcicultura más sustentable y rentable, donde la eficiencia depende tanto de la formulación del alimento como de la salud del sistema digestivo.

Eficiencia productiva: más allá del alimento

En los sistemas intensivos modernos, el alimento representa entre el 60 y el 70 % de los costos de producción. Por ello, cada mejora en conversión alimenticia o ganancia de peso tiene un impacto directo en la rentabilidad del productor.
Sin embargo, no toda la energía y los nutrientes consumidos se destinan al crecimiento: una parte significativa se pierde en procesos fisiológicos relacionados con la inflamación intestinal crónica o el estrés oxidativo.

La clave está en reducir esas pérdidas. Una mucosa intestinal saludable permite mayor absorción de nutrientes, una respuesta inmune más equilibrada y, en consecuencia, mejor aprovechamiento energético. En este contexto, los fitogénicos y los minerales de alta biodisponibilidad se posicionan como herramientas estratégicas para sostener la eficiencia sin depender de antibióticos.

Fitogénicos: bioactivos naturales con base científica

Los fitogénicos son compuestos bioactivos de origen vegetal —como polifenoles, flavonoides, saponinas o aceites esenciales— que actúan sobre múltiples frentes dentro del organismo del cerdo.
Su efecto principal radica en modular la microbiota intestinal y reducir la proliferación de patógenos, alterando la permeabilidad de sus membranas y limitando su capacidad de colonización.

Además, varios fitogénicos estimulan la secreción de enzimas digestivas y fortalecen la barrera epitelial intestinal, reduciendo la inflamación y permitiendo que más energía se destine al crecimiento o a la producción de leche.
Los resultados son medibles: mejoras en conversión alimenticia, uniformidad de los lotes y menor incidencia de diarreas post destete.

El valor de estas herramientas radica en su sinergia con otros aditivos y en la posibilidad de integrarlas dentro de programas de nutrición de precisión, ajustados al estatus sanitario, la fase productiva y las condiciones ambientales de cada sistema.

Minerales de precisión: optimizar sin exceso

Junto a los fitogénicos, los minerales traza de alta biodisponibilidad cumplen un rol esencial en el metabolismo animal.
El uso de fuentes más eficientes —como los minerales orgánicos o quelatados— permite cubrir requerimientos específicos con menores dosis, evitando interacciones negativas en el tracto digestivo y reduciendo la excreción al ambiente.

Esta nutrición mineral de precisión no solo mejora la salud ósea, reproductiva e inmunitaria, sino que también contribuye a mantener la integridad intestinal, potenciando la acción de los fitogénicos y fortaleciendo el enfoque preventivo frente a los desafíos sanitarios.

Hacia un modelo de producción más responsable

La transición hacia una producción con menor dependencia de antibióticos no se logra con una sola acción, sino con la integración de distintas estrategias:

• Manejo y bioseguridad rigurosos.
  
• Nutrición científica, basada en ingredientes funcionales de alta calidad.
  
• Capacitación del personal para interpretar y aplicar la información productiva.
  

El camino hacia una porcicultura más eficiente y responsable requiere medir, analizar y ajustar continuamente. Cada decisión técnica —desde la formulación hasta la gestión del ambiente— suma en el objetivo común de producir más, mejor y de manera sostenible.

En ese sentido, la nutrición inteligente se consolida como un pilar fundamental de la eficiencia, capaz de transformar conocimiento científico en resultados medibles en granja.

Conclusión 

La eficiencia productiva no se alcanza sustituyendo, sino potenciando los sistemas existentes a través de herramientas basadas en ciencia. Los fitogénicos y minerales de precisión representan una evolución en la nutrición animal: soluciones que permiten producir con inteligencia, cuidar la salud intestinal y responder a las nuevas demandas de la producción porcina moderna.

Conoce al invitado

Antonio Ramírez Flores es Ingeniero Agrónomo especializado en Zootecnia, egresado de la Universidad Autónoma Chapingo en México. Cuenta con más de 10 años de experiencia en nutrición animal, enfocado en la formulación de dietas y aplicación de aditivos minerales y fitogénicos en producción porcina. Ha colaborado con empresas internacionales del sector, desempeñándose en áreas de nutrición aplicada, desarrollo técnico y consultoría productiva para monogástricos y rumiantes. Actualmente se desempeña como Consultor en minerales y fitogénicos en Trouw Nutrition México, donde contribuye al desarrollo de estrategias nutricionales que impulsan la eficiencia productiva, la salud intestinal y la transición hacia sistemas con menor uso de antibióticos.

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