CerdoCast #194 - El impacto de la clasificación de gastos en la rentabilidad de granjas - MBA. Jonathan Gaibor

¿Por qué no ves ganancias si tus números productivos son excelentes?

Muchos productores porcinos logran resultados productivos sobresalientes: conversión alimenticia eficiente, altas tasas de parto y kilos al destete por encima del promedio. Sin embargo, mes tras mes, los balances financieros no cierran. ¿Dónde está el error?

La respuesta suele estar en el enfoque. Se toman decisiones basadas únicamente en indicadores productivos, sin considerar el punto de equilibrio, la clasificación correcta de los costos o la gestión real del flujo financiero. Este desbalance termina comprometiendo la sustentabilidad del sistema, incluso cuando todo parece ir bien desde lo técnico.

Ordenar los números: El primer paso hacia decisiones sostenibles

Uno de los errores más comunes es incorporar inversiones como si fueran costos del mes. Por ejemplo, la compra de chanchillas o la construcción de corrales se carga como gasto operativo, elevando artificialmente el costo del kilo producido. Esto genera decisiones basadas en datos erróneos y afecta la capacidad de planificación.

Además, muchas granjas no hacen diferenciación entre centros de costo, lo que impide conocer con precisión cuánto cuesta producir una pajuela, un lechón o un cerdo terminado. En estos casos, no se amortiza la infraestructura, la mano de obra o los activos biológicos, generando una contabilidad que no refleja la realidad del sistema productivo.

Otro punto crítico es la falta de separación entre actividades. Productores que además de cerdos tienen ganadería, gallinas o agricultura, muchas veces cargan todos los costos en una sola cuenta, cuando cada unidad productiva debería autosustentarse y tener su propio análisis.

La importancia del hábito y la planificación

Adoptar un enfoque contable claro no requiere sistemas sofisticados. Incluso herramientas simples como Excel pueden ser la base de un sistema eficaz. Lo clave es crear el hábito de registrar y analizar, establecer un plan de cuentas contables adaptado a la producción porcina y generar reportes mensuales que permitan identificar desvíos, evaluar decisiones y proyectar el crecimiento de forma sustentable.

Una recomendación técnica fundamental es calcular el punto de equilibrio mensual. Con este dato en mano, los productores pueden anticipar riesgos, evitar inversiones innecesarias en momentos de baja de precios y asegurar que cada etapa de la producción esté realmente generando valor.

Construir hábitos financieros: La base del crecimiento real

El hábito de registrar, clasificar y analizar los datos financieros transforma por completo la forma de gestionar una granja. No se trata de contar con grandes softwares, sino de crear rutinas simples y consistentes que permitan generar control, proyectar a largo plazo y planificar con precisión.

Integrar la gestión contable a la gestión productiva permite transformar sistemas inestables en negocios sostenibles. Comprender el flujo de gastos, separar lo operativo de lo estratégico y proyectar el crecimiento sobre datos reales, es el camino hacia una porcicultura más rentable y profesional.

Cuando se aplican estos principios, el crecimiento deja de ser una reacción improvisada a un buen precio del cerdo, y se convierte en una estrategia planificada, con capacidad de sostenerse en el tiempo incluso frente a escenarios adversos.

Conoce al invitado

Jonathan Gaibor es economista agrícola egresado de la Universidad Agraria del Ecuador, especializado en gestión comercial, distribución y desarrollo estratégico de granjas tecnificadas. Posee una Maestría en Administración de Empresas con mención en Management, que le permite integrar herramientas económicas y gerenciales para maximizar resultados operativos y económicos en la industria agropecuaria.

Actualmente se desempeña como Gerente de Zona de la línea porcina en Pronaca, liderando estrategias comerciales vinculadas a nutrición, genética y salud animal.

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