CarneCast #88 - Producción bovina en México: Estructura, políticas y futuro - Dr. Everardo González Padilla

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Un desafío estructural para la producción de carne

La ganadería bovina de carne en México ocupa más de la mitad del territorio nacional y representa más del 30% del valor pecuario del país. Sin embargo, enfrenta un problema que limita seriamente su crecimiento: una tasa de parición promedio de apenas 55%, comprobada en más de 400,000 vacas palpadas en diferentes regiones. Este indicador refleja la baja eficiencia reproductiva de los rodeos de cría y constituye el principal obstáculo técnico para ampliar la oferta de becerros.

La relevancia del tema es evidente. Sin mejorar los índices reproductivos, la ganadería no podrá incrementar la producción de carne ni consolidar un modelo competitivo frente a los mercados internacionales. La situación exige repensar estrategias técnicas y políticas que permitan aprovechar el potencial productivo del país.

La estructura productiva y sus implicancias

En México existen cerca de un millón de productores de bovinos. De ellos, el 73% posee 20 o menos vacas, y el 45% menos de 10. Estos pequeños productores concentran una parte sustancial del rodeo, aunque muchas veces la ganadería es solo una actividad complementaria a otras fuentes de ingreso. Esta fragmentación dificulta la adopción de tecnologías reproductivas modernas y explica parte de la baja productividad.

Por otro lado, los productores de mayor escala tienen acceso a asistencia técnica y a herramientas de manejo más avanzadas. Sin embargo, por el volumen de animales que concentran, también son quienes más contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la ganadería bovina. Este doble rol los coloca en el centro de la discusión: mejorar la eficiencia reproductiva no solo incrementa la rentabilidad, también reduce la huella ambiental del sector.

 

Evolución de la ganadería mexicana

El ingreso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte marcó un punto de quiebre. Con la apertura a la importación de maíz y sorgo, surgieron los grandes corrales de engorda (feedlots), que hoy finalizan entre 5.5 y 6 millones de bovinos al año. Esto transformó la estructura del hato: de un 33% de vacas en los años 70, se pasó a más del 50% en la actualidad.

Aun así, la exportación de becerros en pie hacia Estados Unidos, con un promedio de 1.2 millones de cabezas anuales, sigue siendo un componente clave. La expectativa es avanzar hacia una mayor exportación de carne procesada para capturar más valor agregado dentro del país.

 

Los factores detrás de la baja productividad

El bajo porcentaje de pariciones responde a múltiples causas:

  • Condición corporal inadecuada de los vientres al servicio.
  • Falta de protocolos reproductivos como la inseminación a tiempo fijo y el diagnóstico temprano de gestación.
  • Deficiencias en suplementación estratégica y mineralización, especialmente en zonas de trópico seco y húmedo.
  • Sobrecarga animal sobre recursos forrajeros, que reduce la eficiencia de las pasturas.
  • Vacíos en programas sanitarios preventivos en preparto y destete.

Cada una de estas variables representa un margen de mejora inmediato. Corregirlas no solo aumentaría el número de becerros disponibles para engorda y exportación, sino que también permitiría reducir la intensidad de emisiones de GEI por kilogramo de carne producido.

 

Sanidad y riesgos emergentes

La reaparición del gusano barrenador en regiones del sur ha encendido las alarmas sanitarias. Su expansión se vincula a flujos migratorios y a fallas en la producción de moscas estériles para el control biológico. México mantiene hasta ahora una contención efectiva en el Istmo de Tehuantepec, pero la situación exige coordinación regional y mayor inversión en barreras sanitarias. Mantener el estatus sanitario privilegiado del país es esencial para asegurar mercados y competitividad.

 

El futuro de la ganadería mexicana

La conclusión es clara: sin un aumento en la eficiencia reproductiva, no habrá suficiente base de becerros para sostener ni la exportación ni el crecimiento interno de la industria. El foco debe estar en la cría bovina, en desarrollar programas de extensión masiva que lleguen a pequeños productores y en diseñar apoyos focalizados para quienes concentran la mayor parte de los vientres.

La oportunidad está en transformar el actual 55% de pariciones en un indicador que refleje el verdadero potencial productivo del país. Lograrlo significará más carne disponible, un sector más rentable y sostenible, y un aporte decisivo a la seguridad alimentaria.

 

 

Conoce al invitado

El Dr. Everardo González Padilla es Médico Veterinario Zootecnista por la UNAM en México, con una Maestría en Mejoramiento Animal y Nutrición en la University of Florida y un Doctorado en Fisiología Reproductiva y Endocrinología en Colorado State University. A lo largo de su trayectoria ha sido investigador en fisiología y reproducción animal, director del Instituto Nacional de Investigación Pecuaria y posteriormente coordinador general de ganadería en la Secretaría de Agricultura de México, liderando programas nacionales de cría, inseminación artificial y mejoramiento genético. Actualmente, combina su experiencia académica y de gestión para fortalecer la eficiencia reproductiva, el desarrollo ganadero y la implementación de políticas públicas estratégicas, aportando una visión integral sobre los desafíos y oportunidades de la producción de carne bovina en México.

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