AviPodcast #70 - Contaminación bacteriana en alimento balanceado: Cómo prevenirla - Dr. Luis R. Muñoz

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El alimento balanceado es esencial para el bienestar y rendimiento de las aves, pero su producción puede ser vulnerable a la contaminación bacteriana, un problema que a menudo pasa desapercibido. Los patógenos como Salmonella, E. coli y Clostridium pueden contaminar el alimento en diversas etapas del proceso, desde la recepción de las materias primas hasta su distribución en las granjas. Este riesgo puede afectar la salud de las aves y, en última instancia, comprometer la seguridad alimentaria del consumidor final.

 

 

¿Cómo ocurre la contaminación bacteriana?

La contaminación bacteriana puede ocurrir en diversas etapas de la cadena de producción del alimento balanceado. No se limita solo al proceso de fabricación, sino que también puede estar presente en las materias primas, en el proceso de mezcla, peletización, e incluso durante el enfriamiento o transporte del alimento a la granja.

Uno de los puntos clave es la materia prima. Ingredientes como harinas de carne y hueso, harina de maní, y otros subproductos, suelen ser más susceptibles a la contaminación bacteriana debido a su proceso de producción y almacenamiento. Estos ingredientes, si no son correctamente monitoreados, pueden introducir patógenos al proceso, lo que pone en riesgo la calidad del alimento final.

 

El papel del peletizado

El proceso de peletizado es comúnmente visto como una solución para eliminar las bacterias en el alimento balanceado, ya que implica altas temperaturas que, en teoría, deberían eliminar los microorganismos patógenos. Sin embargo, la realidad es más compleja. Aunque el peletizado reduce la carga bacteriana en el alimento, no elimina todos los patógenos, especialmente aquellos que forman toxinas resistentes al calor, como Clostridium.

De hecho, la contaminación puede ocurrir nuevamente después del peletizado durante el enfriamiento y el transporte. Las bacterias pueden reintroducirse en el alimento debido a factores como la higiene inadecuada de los equipos, el ambiente de la planta de producción, o incluso la manipulación en las granjas.

 

Monitoreo microbiológico y control en la producción

Para reducir la contaminación bacteriana, es fundamental implementar un monitoreo microbiológico efectivo en todas las etapas de la producción del alimento balanceado. Esto incluye la recolección de muestras de materias primas y alimento terminado para analizar la presencia de patógenos específicos. Es importante que las muestras sean representativas, ya que el volumen de producción de alimento balanceado es enorme y no se pueden analizar todas las toneladas producidas.

Una estrategia de monitoreo adecuada permite identificar las materias primas más susceptibles a la contaminación y tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de patógenos. Además, la implementación de productos antimicrobianos, como ácidos orgánicos o prebióticos, puede ayudar a controlar la carga bacteriana y mejorar la calidad del alimento.

 

Impacto en la salud animal y seguridad alimentaria

La presencia de patógenos en el alimento balanceado puede tener repercusiones significativas en la salud de las aves. Patógenos como E. coli y Salmonella pueden causar infecciones intestinales, afectando la absorción de nutrientes y reduciendo el rendimiento productivo. Además, en casos más graves, los patógenos pueden causar mortalidad, lo que impacta directamente en la rentabilidad de la producción.

La contaminación bacteriana no solo afecta a las aves, sino que también puede llegar al consumidor final. La carne contaminada puede poner en riesgo la salud humana, lo que subraya la importancia de implementar prácticas de seguridad alimentaria y control de calidad a lo largo de toda la cadena de producción.

 

Prácticas de bioseguridad y prevención

Para reducir los riesgos de contaminación, es crucial adoptar prácticas de bioseguridad en las plantas de producción y en las granjas. Esto incluye mantener una higiene adecuada de los equipos, monitorear las condiciones ambientales, y capacitar al personal en buenas prácticas de manejo. En las granjas, el control de la higiene en las incubadoras, la ventilación y la calidad del agua son factores clave para prevenir la proliferación bacteriana.

Además, es importante reconocer que la contaminación no solo proviene del alimento balanceado. Los roedores, el ambiente sucio y la falta de bioseguridad también pueden ser fuentes de patógenos, por lo que una gestión integral de la salud y seguridad en la producción avícola es esencial.

 

Conclusión

La contaminación bacteriana en el alimento balanceado es un problema complejo que requiere un enfoque integral para su control. Desde la correcta selección y monitoreo de las materias primas hasta la implementación de prácticas rigurosas de higiene y bioseguridad, cada etapa del proceso de producción debe ser cuidadosamente gestionada para garantizar la calidad y seguridad del alimento. Al adoptar estrategias efectivas de monitoreo microbiológico y control de patógenos, la industria avícola puede mejorar la salud de las aves, aumentar la rentabilidad y proteger la seguridad alimentaria de los consumidores.

 

Conoce al invitado

El Dr. Luis Rolando Muñoz es graduado de la Escuela Agrícola Panamericana en Honduras, conocida también como Universidad Zamorano. Realizó su Maestría y Doctorado en Ciencias Avícolas con enfoque en microbiología en Auburn University. Actualmente, es profesor en la Universidad Estatal de Mississippi, donde combina su experiencia en investigación y enseñanza en la industria avícola.

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