Modulación temprana y tardía de la microbiota intestinal en cerdos

La microbiota intestinal, una comunidad densa, dinámica y altamente compleja de microorganismos compuesta principalmente por bacterias, tiene un rol clave en la maduración intestinal, la modulación del sistema inmunológico, la exclusión de patógenos, el metabolismo de toxinas y la producción de vitaminas, impactando en la salud y el rendimiento productivo de los cerdos a corto y largo plazo (Duarte y Kim, 2022). 

El establecimiento de una microbiota robusta en las primeras etapas de vida y su modulación en las fases tempranas y tardías del desarrollo son esenciales para garantizar una eubiosis adecuada y, por ende, mejorar la resiliencia ante enfermedades infecciosas y la eficiencia productiva inmediata y a largo plazo.

La exposición durante el parto y lactancia a la microbiota de la cerda y los microorganismos del ambiente, establecen las bases para la colonización microbiana inicial del tracto gastrointestinal del lechón. Por estos motivos, la modulación de la microbiota de los lechones puede comenzarse durante la gestación y la lactancia al regular la microbiota intestinal y la composición de la leche de la cerda (Duarte y Kim, 2022).

La genética, el peso corporal al nacer, la maduración fisiológica y la composición del calostro y la leche materna influyen en el establecimiento y la composición microbiana inicial del intestino (Trevisi et al., 2021). Por otro lado, si bien la maduración de la microbiota ocurre en las primeras etapas de la vida, su composición es dinámica. 

De esta manera, es posible modular la microbiota intestinal de cerdos desde la lactancia hasta la finalización, siendo la dieta y los aditivos alimentarios, como los probióticos, prebióticos, simbióticos, enzimas y fitogénicos, recursos fundamentales para establecer y mantener microbiotas beneficiosas (Duarte y Kim, 2022). Por otro lado, el uso de antimicrobianos impacta la microbiota intestinal a medio y largo plazo (Trevisi et al., 2021). 

En el destete, los cerdos enfrentan desafíos nutricionales, ambientales, fisiológicos y sociales que causan estrés, lo que puede llevar a una interrupción o disbiosis en la microbiota intestinal (Duarte y Kim, 2022). Sin embargo, algunas bacterias persisten desde la lactancia y la suplementación dietética y el uso de estrategias nutricionales específicas pueden restaurar la eubiosis (Trevisi et al., 2021).

Luego del destete, la dieta que se suministra y se ingiere es el factor principal en la modulación de la microbiota intestinal. Wang et al. (2019) evaluaron la disimilitud en la microbiota intestinal de cerdos en diferentes etapas productivas y concluyeron que la microbiota de los lechones de lactancia es diferente a la de los cerdos de recría, mientras que la microbiota de los cerdos de recría, crecimiento y finalización son más similares entre sí, demostrando que después de recuperarse del estrés por destete, la microbiota tiende hacia la maduración y las diferencias más pequeñas entre las fases postdestete podrían deberse a la similitud de las dietas en estas etapas.