El desafío invisible: Programa integral para el control de las micotoxinas

campus porcino

Las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos por diversos géneros de hongos como Fusarium, Aspergillus y Penicillium, que representan una amenaza significativa para la salud y el rendimiento de los cerdos. Entre las más relevantes se encuentran las aflatoxinas (producidas por Aspergillus), las ocratoxinas (generadas por Aspergillus y Penicillium), y un grupo producido por Fusarium compuesto por deoxinivalenol (DON), tricotecenos tipo T-2, zearalenona (ZEA) y fumonisinas. En términos generales, las contaminaciones en los cultivos se vinculan principalmente con Fusarium, mientras que Aspergillus y Penicillium proliferan como consecuencia de condiciones inadecuadas de almacenamiento.

Si bien pueden presentarse cuadros de intoxicación aguda producto de la ingestión de altos niveles de micotoxinas, lo más frecuente en las granjas porcinas es la presencia de afecciones crónicas subclínicas, derivadas del consumo prolongado de dosis bajas. Esta exposición sostenida afecta progresivamente la productividad de los cerdos: reduce el consumo de alimento, disminuye la ganancia de peso, debilita el sistema inmunológico, deteriora la salud intestinal, empeora la conversión alimenticia y, en casos más severos, puede incrementar la mortalidad.

Frente a este escenario, se vuelve indispensable la implementación de un programa integral de control de micotoxinas. Este debe incluir un monitoreo sistemático tanto de las materias primas como del alimento balanceado, con el fin de identificar las toxinas presentes y cuantificar su nivel de contaminación. Para ello, resulta clave establecer un protocolo de muestreo cuya frecuencia se ajuste a las características particulares de cada granja y a su historial de contaminación. A partir de los resultados obtenidos, es posible aplicar medidas correctivas estratégicas como la inclusión de un secuestrante específico y el ajuste de la formulación de las dietas. Es importante destacar que el costo de los análisis de detección resulta mínimo en comparación con las pérdidas económicas que puede generar una exposición no diagnosticada a estos metabolitos.

Más allá de su impacto sobre la salud y el rendimiento animal, las micotoxinas también representan un riesgo para la inocuidad alimentaria, ya que pueden transferirse a productos y subproductos de origen animal. Frente a todos estos desafíos, el enfoque más eficaz consiste en el manejo del riesgo mediante la implementación de estrategias integradas, consistentes y sostenidas en el tiempo. La identificación precisa de estas toxinas, combinada con un monitoreo riguroso y frecuente, permite tomar decisiones informadas y aplicar medidas correctivas eficaces. Este enfoque no solo protege la salud y el desempeño de los cerdos, sino que también resguarda la rentabilidad y la integridad sanitaria de las granjas porcinas.

 

 

Referencias bibliográficas

  • Andretta, I.; Kipper, M.; Hauschild, L.; Lehnen, C.; Remus, A.; Melchior, R. (2016). Meta-analysis of individual and combined effects of mycotoxins on growing pigs. Scientia Agricola73, 328-331.
  • Guerre, P. (2016). Worldwide mycotoxins exposure in pig and poultry feed formulations. Toxins8(12), 350.
  • Wild, C.; Gong, Y. (2010). Mycotoxins and human disease: a largely ignored global health issue. Carcinogenesis31(1), 71-82.

¡Mantente al día con nuestros episodios!

Únete a nuestra lista de correos electrónicos para recibir las últimas noticias y actualizaciones de nuestros podcasts.

No te preocupes, tu información no será compartida

Estamos en contra del SPAM, nunca te enviaremos información que no sea relevante.